Mikel Hernández
Carlos Sabando

Un cruce de cables en Año Nuevo nos acabó llevando hasta este coqueto refugio al que se llega en coche por la pista (en nuetro caso en malas condiciones por la fecha)

Chimenea, mesa, bancos e incluso un somier de madera.

Al día siguiente infructuoso intento al Cotiella porque es casi inviable con las horas de luz del 2 de enero, salvo conociendo el camino.