De todos los refugios de reciente construcción por la brigada del Parque Natural del Moncayo este es el más espacioso, teniendo una capacidad de hasta 15 personas, incluso más, aunque, al igual que en el resto, no dispone de lugares habilitados para dormir.

En el interior encotnramos una mesa larga con dos bancos y una mesa más pequeña. En su interior hay mechero, papel, velas y leña. Además es posible aprovisionarse en las cercanías. Sin embargo, la chimenea, a pesar de ser muy bonita, no tira nada bien y se llena todo de humo. Los viveres tampoco son muy numerosos, un poco de sal y alguna cosilla más.

Es una magnifica base para ascensiones al pico Lobera, visitas al Circo de Morca o itinerarios longitudinales a media ladera del macizo del Moncayo. Igualmente, por su emplazamiento, puede ayudar en caso de tormentas o ventiscas puesto que no hay refugios cercanos. De hecho, mi visita se debió a tales circusntancias.