Día 9(6 de Agosto)
La noche es larga. Desde las 21:00 que estamos durmiendo. Siento claustrofobia
y me levanto varias veces. Germán y sus amigos, como él los llama,
han armado bastante follón y nos han despertado varias veces. La tienda
está llena de hierbecitas que están aquí en el CB. El piso
del Cb es tierra muy fina con algo de césped raro, es como una playa
con esa vegetación típica de las playas.
Nos levantamos como casi siempre sobre las 8:00. Hoy se ha levantado un poco
más nuboso. Los vascos han subido para arriba. Temperatura mínima
-6ºC. Ya se han ido los amigos de Germán y han dejado la tienda que apesta.
La hemos tenido que limpiar.
A las 10:40 Germán empieza a preparar los cuyes. El momento de la matanza
es esperado por todo: cámaras de fotos y vídeo. Con el cuchillo
le mete un tajo en el cuello. Es un poco deprimente. Una vez muertos, los mete
en agua hirviendo y les quita los pelos. Luego los abre y les quita las tripas.
Se guarda el hígado y no se que más para él. Les rompe
los dientes con el cuchillo y a Hansi se le pone la piel de gallina. Germán
los quema y les quita el pelo restante. Las papas ya se están haciendo.
Los cuyes van de uno en uno a la sartén con aceite de palma. Mientras
bajan un par de vascos que no han podido subir. Ivan va a hablar con ellos y
les dice que si nos hubieran preguntado por la vía, hubieran subido,
ya que se han llevado de todo (yumas, cuerdas, tornillos, etc...). Les está
bien empleado. La salsa del cuye es a base de tomate en lata, ají y cebollas.
Germán unta las papas en la salsa y nos hecha en un plato con los cuyes.
Saben como el conejo pero un poco más gelatinoso. La piel si sabe rara.
Hansi repite de cuye y Juan le dice que le gusta comerse a su trole. Ha estado
lloviendo y granizando durante la mañana. La salsa me ha gustado mucho.
A las 13:00 nos vamos a la tienda sin nada que hacer. Durante la mañana
también hemos hecho los petates y los bidones. Hansi parece que vaya
a pilas y se le están acabando. Germán nos a escribir algo, esperemos
que sea coherente:
Yo Germán Laprey Sánchez de Collón, el Perú
departamento de Ancash provincia Huaraz distrito de Tarica centro poblado de
Collón que maneta Juto grafía de españa y estoy contento, con,
eliente país españa igual manera doy Gracias bien venido en El
Peru. También que siempre estar recordar que hemos comido Cuye y también que
propsimo año 98 viene en el Peru para comer Cuye y benado y Sieror Puirante
el firmar. German
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Germán despellejando a un Cuye |
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Por la tarde la tienda parecía un mercadillo. Germán nos quiere
comprar muchas cosas, pero no tiene plata. Su primo Fidel también ha
venido y nos ha preguntado el hotel de Huaraz para bajar a comprarnos cosas.
Hemos llegado a un principio de acuerdo Germán y yo por mi mochila por
50 Soles. Fidel está interesado en mis guantes.
Por la tarde volvemos a comer papas con ají, tomate y cebolla. Están
muy buenas. Cuando acabamos de comer, le preguntamos a Germán cuanto
nos a cobrar por el servicio. Nos pide 70 $ por 7 días. Hacemos cuentas
y son 6 días. Ahora nos pide 60 $, cuando en realidad habíamos
acordado 10 Soles/día, o sea 60 Soles. Le decimos que ese no era el trato.
Hacemos cuentas:
4 $/mula x 4 mulas = 16 $
10 $/arriero x 1 arriero = 10 $
10 Soles/día x 6 días = 60 Soles = 23 $
Total = 50 $
Le decimos que vamos a pagarle 50 $ y se queda bastante chafado. La tarde ya
no ha sido como las anteriores. Germán está un poco triste, igual
que nosotros, pero tampoco somos ricos y un trato es un trato. A las 17:00 aparece
su hermano Ramón con dos burros +. Ya están aquí los 4
burros que nos han de bajar mañana.
Los vascos ya han bajado y no se lo que han hecho ni me importa. Hace viento
y frío. A Juan le duelen los ojos e Ivan dice que tiene conjuntivitis.
Mañana iremos al médico en Huaraz. Me gustaría tener dinero
para darle a Germán. Ivan siempre está con manías sobre
comidas y demás. Creo que cuando se va a un país extranjero, lo
peor es no habituarse a sus costumbres e intentar implantar las tuyas. Has de
vivir como ellos para sentir que estás en otro sitio, sin importarle
demasiado si estas son buenas o malas. Es como cuando pidió queso de
García Vaquero en Suiza. La palabra "acostumbrarse" significa hacerse
a unas costumbres. Si no te acostumbras no puedes sentirte bien ni vivir ese
momento. Has de dejarte llevar y luego juzgar por ti mismo. No puedes implantar
tus costumbres; eso hicieron los conquistadores y así les fue a todos.
La cena parece que va a ser arroz blanco, patatas, ají y tomate. Como
se puede comprobar a lo largo de los días, hemos abandonado nuestra comida
para comer cosas más normales. El ambiente de la cena es mucho más
distendido. A las 20:30 nos vamos a dormir. Es nuestra última noche aquí.
Ramón se ha quedado a dormir con Germán.