Ibones de Perramó, Escarpinosa y Batisielles desde Angel Orús  

INTRODUCCIÓN

Extraordinaria ruta para conocer una de las mayores cuencas lacustres del Pirineo. Si bien el acceso más sencillo parte desde el valle de Estós, las circunstancias hicieron que me plantease este recorrido desde el refugio Angel Orús a donde me acerqué junto con Jcarlos y Micky; ellos vinieron con intención de hacer la cresta Espadas-Posets mientras que yo preferí buscar un recorrido más tranquilo que me permitiera conocer a fondo esta zona. Tracé la idea sobre el mapa, consulté algunas dudas en el foro y con la ilusión de adentrarme en lo desconocido emprendimos viaje hacia el Angel Orús.

DATOS DE INTERÉS

-Duración recorrido completo: 9 horas 30 minutos, incluidos descansos.
-Tiempo en movimiento: 7h 20min
-Tiempo parado: 2h 10min
-Punto de partida: Refugio Angel Orús
-Altitud punto partida: 2.115 m.
-Altitud máxima del recorrido: 2.702 m.
-Meteorología: sol con nubes, sin calor porque el recorrido discurre en altura. Fuerte viento en muchas zonas.
-Material empleado: botas trekking, bastones.
-Agua: multitud de ibones y arroyos en las dos vertientes.

ITINERARIO Y TIEMPOS

- Angel Orús: 0h
- Embalse de Grist: 1h 15min
- Collado de Piana: 2h 20min
- Ibones de Perramó: 3h 20min
- Ibones de Escarpinosa: 4h 30min (punto más bajo)
- Ibon Grande de Batisielles: 5h 40min
- Collado de Piana: 7h 30min
- Angel Orús: 9h 30min

TRACK

Pincha aquí para poder descargarte el track desde Wikiloc.

ACCESO

Debemos llegar al valle de Benasque, en concreto al pueblo de Eriste (Grist). Al salir del pueblo pronto veremos a mano izquierda una pista asfaltada que gana altura con rapidez. El asfalto está en muy malas condiciones aunque ayuda a remontar el fuerte desnivel. A los 3 kilómetros el asfalto da paso a la gravilla y comenzamos incluso a descender, tramo tras el cual dejamos el coche en un recodo de la pista, a una altitud de unos 1.350 metros, donde hay varios coches más aparcados; habíamos leído que desde aquí hasta el parking de la Pleta del Estallo la pista estaba bastante delicada pero a ninguno de los tres nos dio esa impresión ya que apenas hay baches ni badenes; la pista de Biadós, por comparación, es bastante peor. Creo que con un turismo se puede subir sin castigarlo, subiendo eso sí, en primera o segunda.

DIFICULTADES

Recorrido muy largo y duro aunque carente de dificultades técnicas ni pasos expuestos, es puro senderismo.

DESCRIPCIÓN ITINERARIO

El miércoles 22 llegamos a las 17:30 a nuestro aparcamiento en plena subida hacia la Pleta del Estallo. Cogemos nuestras mochilas y nos disponemos a ganar los 750 metros de desnivel hasta el refugio Angel Orús. El camino no tiene más misterio que el de seguir los hitos por un terreno que gana desnivel poco a poco salvo en su parte final donde se empina bastante. Agradecimos mucho la sombra durante todo el trayecto; subir a la tarde a veces tiene sus pequeñas recompensas.

El refugio está bien acondicionado, habitaciones limpias y cómodas, en la nuestra había incluso baño, la comida es buena y abundante, y el trato correcto. En la entrada del refugio están las taquillas donde hay que dejar las mochilas y botas, también hay un aseo y chancletas para utilizar dentro del refugio. Cena a las 20:00, desayuno a las 6:00, también ofrecen comidas hasta las 15:30.

Jueves 23, 6:40 AM. Tras desayunar nos ponemos en marcha en una mañana cálida y con sensación de bochorno ya a estas horas. El viento sur sopla fuerte, algo que será una constante durante todo el día. Realizamos juntos el camino durante media hora hasta que el GR-11.2 se desvía; Jcarlos y Micky tuercen a la izquierda hacia el collado de Eriste (dirección que luego abandonarán para encaramarse al collado de Pavots y recorrer la cresta Espadas) mientras que yo giro a la derecha hacia el collado de Piana. Cruzo un torrente en un pequeño rellano herboso ideal para vivaquear y pronto alcanzo la cabaña de Llardaneta (50 min), en estado aceptable para pasar una noche; también dispone de agua al lado ya que por esta zona bajan pequeños arroyos. Continúo por la GR-11.2 aunque por lo visto me despisto algo y tomo algún sendero que va algunos metros por encima (en el regreso también me confundí en esta zona y fui algo por debajo, no sé si es que iba distraído o hay algún punto mal señalizado). De vuelta otra vez al GR-11.2, llego al ibón de Grist (1h 15min) donde me reciben un par de tiendas de campaña y unas inglesas muy simpáticas que todavía estaban desayunando a la sombra, ateridas de frío y cargadas de ropa, sorprendidas de que alguien viniera a estas horas y con una simple camiseta. Dejo el ibón a mi izquierda y sigo mi ruta ascendente hacia el collado de Piana; previo al collado me encuentro con el ibón de Piana, una preciosidad, al pie del pico Escorvets (Els Corbets), situado en una terraza desde donde se domina el panorama hacia la cresta Espadas, el Posets y la cresta de la Paúl-Bardamina. La sensación de soledad sólo se ve rota por el fuerte viento, muy frío a estas alturas aunque un tímido resol comienza a asomarse entre las nubes y calienta algo el ambiente.

Collado de Piana (2h 20min, 2.702 m). Cambio de vertiente, aunque no de paisaje ya que sigo rodeado de roca, algo de hierba e imponentes agujas y grandes picos. Y por supuesto, ibones. Bajo por terreno cómodo hasta el pie de las agujas de Perramó tras pasar por una zona de pequeños lagos que ni siquiera tienen nombre; aquí dejo el GR-11.2 por unas horas y cambio de valle ya que giro a la derecha para entrar en la cuenca de los ibones de Perramó, dejando a mi izquierda los ibones de Batisielles, bien visibles y atractivos desde aquí; luego los visitaré. El camino de bajada a los ibones de Perramó está perfectamente indicado con hitos, mejor incluso que el GR-11.2. Poco a poco van apareciendo todos los ibones, destacando uno bien grande y de formas redondeadas, el ibón de Perramó, bajo las imponentes agujas de Ixeia. A la derecha, en un valle ciego, veo otros dos, los ibones de la Tartera de Perramó, a los que no me acerco porque quedan a desmano. Al pie de las Agujas de Perramó encuentro un vivac rodeado de piedras, en un lugar interesante para pasar noche, quizás algo alejado del agua pero en un entorno impresionante. El ibón de Perramó centra mi atención y me entretengo en llegar hasta la orilla contraria para observar la perspectiva de las Agujas de Perramó desde allí. La verdad es que la imagen es bonita, sobre todo por la luz, pero las Agujas de Ixeia son mucho más altas e intimidatorias, lástima que estén en sombra. Como algo porque llevo cuatro horas andando; sigo con la misma sensación de soledad y tranquilidad, imagino a la gente transitando por el GR-11.2 mientras esta zona queda fuera de rutas más factibles como la de los 4 Refugios o la propia transpirenaica.

Me despido de la zona de Perramó y bajo hacia los ibones de Escarpinosa, en la bajada más pronunciada de todo el día aunque por terreno bastante herboso. Comienzo a ver algunas personas que vienen de Estós o bajan de Batisielles. El paisaje cambia drásticamente; de la roca y la austeridad paso a estar rodeado de pinos, hierba y mucha flora. La zona se asemeja a las postales que vemos de Canadá o las Montañas Rocosas. Me vuelvo a entretener mirando por un lado y otro, explorando todos los rincones de estos pequeños lagos. La cascada de Escarpinosa también llama mi atención, un salto vertical de un centenar de metros que da más color, aún si cabe, al lugar. Es un buen punto para comer pero viendo que la subida hacia Batisielles es empinada decido picar algo y continuar el camino. Cruzo un pequeño puente sobre el torrente que baja de la cascada y giro a la izquierda, hacia la cascada, aunque pronto los hitos me desvían algo hacia un visible caos de rocas; saltando de una a otra voy subiendo con paciencia hasta llegar a un rellano herboso, salpicado de pequeños lagos al pie, cómo no, de las agujas de Perramó, esta vez en su cara nororiental. Según el mapa he tenido que salir un poco más arriba del Ibón Grande de Batisielles así que retrocedo un poco, incluso cruzo el GR-11.2 y voy en dirección norte en busca del ibón, que intuyo en una cubeta en el fondo de una gran ladera pedregosa. Efectivamente, allí está aunque no a mi altura sino unos 50 metros más abajo; perfecto para observarlo en toda su extensión, con el Perdiguero como telón de fondo, una imagen que me viene acompañando desde los ibones de Perramó.

Sentado, contemplando el ibón, me tomo un respiro y hago la comida fuerte del día aprovechando que el desnivel a superar a partir de ahora es suave. Retomo el GR-11.2 y voy pasando junto a dos ibones más, el ibón de la Aigüeta de Batisielles y otro más elevado cuyo nombre desconozco. Este ya es el último antes de volver al cruce en el que, cuatro horas antes, me he desviado hacia los ibones de Perramó. Le he dado, por tanto, la vuelta completa a las agujas de Perramó, que desde aquí ofrecen su cara más amable y accesible. A partir de ahora sólo me queda remontar las últimas rampas hasta el collado de Piana y bajar con paciencia hasta el Angel Orús. En el collado de Piana contemplé la posibilidad de subirme al Escorvets, un pico de 2900 al que no se le veía un acceso demasiado complicado, bastante descompuesto eso sí. Sin embargo, llevaba ya siete horas y media, tenía que bajar al refugio y de ahí continuaríamos bajando hasta el coche por lo que la paliza se antojaba seria. Volveré porque las vistas de este pico creo que lo merecen.

En definitiva, esta es una ruta fantástica que deja un gran sabor por lo variado del paisaje, la cantidad de ibones que se visitan, cada uno con su particularidad y belleza; aun los más pequeños lagos ofrecen estampas de postal porque están rodeados de agujas, macizos enormes o simplemente, de arbolado que le da un sabor alpino al lugar. Una de las rutas de senderismo más hermosas que he realizado, sin duda.


NOTA DEL REDACTOR

Las referencias horarias que aporto y las advertencias que hago sobre las dificultades sólo pretenden dar una orientación acerca de la duración del recorrido y de los posibles peligros que he podido captar al realizar esta actividad. El lector deberá interpretarlas y adaptarlas a su ruta en función de la climatología, del estado del terreno, de la época del año y de su condición física y experiencia.