Torre Cordier  (3046 metros)
Torre Cordier (3049 m)
La Torre Cordier o también llamada Torre del Olvido es un tresmil recientemente descrito y por lo tanto no falto de polémica en cuanto a su catalogación como pico e incluso su altitud. Si queréis más información podéis consultar la web dedicada a este pico que aunque está en catalán se entiende bastante bien (http://www.forn9.com/muntanya/torrecordier/)
En cualquier caso, la ascensión a esta cima se puede hacer fácilmente de camino a otras cimas como el Pico Sayo o el mismo Cordier o efectuarla en exclusiva para poder observar en detalle el lamentable estado del glaciar de las Maladetas que es lo que nos llevo a nosotros hasta allí.
La ascensión se realiza desde la Besurta en dirección a la Renclusa, en este punto nos surgieron nuestras dudas de si ascender por el camino al Portillon Superior, bien trazado ya que corresponde con la vía normal al Aneto, o bien ascender directamente desde los ibones de Paderna y recorriendo la superficie rocosa cubierta por el glaciar hasta hace no muchos años. Nos decantamos por esta segunda opción, más dura por no tener un sendero trazado y que en muchos tramos consiste en zonas de grandes bloques divertidas de superar pero muy atléticas. Esta zona, además, es más salvaje y se puede disfrutar de un paisaje semilunar con grandes lomas de granito erosionadas por le roce del hielo e incluso si se tiene suerte se puede ver algún pequeño grupo de las últimas perdices nivales que habitan nuestro Pirineo.
El recorrido estaba muy poco señalizado con mojones muy dispersos pero durante la subida y la bajada fuimos añadiendo bastantes más sobretodo en los puntos de mayor desorientación. Con niebla en esta zona es fácil perderse ya que no existen muchos puntos de referencia aunque tampoco existen zonas especialmente peligrosas.

Una vez alcanzado el borde del glaciar ( 2900 m, 3h), lo vamos bordeando hacia la derecha salvando zonas de grandes bloques y zonas de hielo cubiertas por piedras en dirección a un collado situado bajo un contrafuerte que sale hacia el Norte desde el Pico Cordier. El acceso al collado se puede hacer por el glaciar para lo que se necesitan crampones ya que el tramo final se empina un poco o bien un poco más a la derecha ya fuera del glaciar superando un resalte rocoso (I). Una vez en el collado nos dirigimos por una ancha arista hacia el Norte, a nuestra izquierda aparece un pequeño glaciar que aún guarda algunas grietas amenazadoras y pasando por debajo de un portal creado por un par de bloques de granito se llega a una zona más amplia donde se sitúa el mojón cimero (Mi altímetro calibrado en la Renclusa marca 3015 m, 4h).
La verdad es que aunque se sube muy poco desde el collado algo se sube, pero está claro que cuando hay más nieve, es decir, hasta mitad del verano se puede decir que este pico sería sólo una prolongación del contrafuerte del Pico Cordier, pero eso mismo podríamos decir de muchos otros picos catalogados en la famosa lista de los 212. Mi conclusión es que aunque solo se para echar un vistazo y echarse a lloran de cómo están los últimos glaciares de nuestro Pirineo merece la pena acercarse hasta aquí. Las vistas son inmensas y es un sitio solitario y tranquilo alejado de las multitudes del cercano Aneto.