Rimpfischhorn  (4199 metros)
INTRODUCCIÓN

Bonito pico, abrupto, con una cresta llena de gendarmes, de un aspecto diabólico, sobre todo en su arista Norte en la que destaca el Grand Gendarme.

Situada al sur del Allalinhorn, se eleva aislado, al final de largos y solitarios glaciares, siendo la cumbre más alta y difícil del grupo del Allalin.

Escalada por primera vez desde Zermatt en el año 1859 por Leslie Stephen y Robert Liveing y los guías Melchior Anderegg y Johann Zumtaugwald.

DIA 1

DATOS

Nota: estos datos son orientativos, son los que nosotros hicimos, no debes de tomarlos al pie de la letra, consulta antes otras referencias.

Desnivel acumulado de subida: 600 metros.

Tiempo total ascensión: 3 horas 30 minutos.

Punto de partida: Estación de Sunnega.

Cartografía: Zermatt/Gornergrat nº2515, Escala 1:25000

ACCESO

Para llegar hasta Zermatt es necesario invertir aproximadamente unas 12 horas de carretera, sin contar atascos. Nosotros lo solemos hacer en dos días, ya que siempre coincide con atascos en ciertos puntos como Toulouse, Nimes, Montpellier.....

Salimos tempranito del pueblo y cogemos la autopista francesa, que prácticamente no abandonamos hasta Chamonix. Los puntos de referencia son: Irún, Bayona, Pau, Toulouse, Grenoble, Chamonix.

Una vez llegados a Chamonix, lo cruzamos y continuamos por la carretera que se dirige hacia Suiza. Atravesamos el pueblo de Artgentiere y continuamos hacia el Col de Forclaz.

Rebasado el puerto empezamos un vertiginoso descenso por carretera con bastantes curvas hacia la frontera. Pasada la frontera sin problemas, continuamos el descenso en curvas por los famosos viñedos de Valais, llegando a la localidad de Martigni. Aquí cogemos una autopista que nos lleva hasta Sion. Poco más adelante la autopista se acaba, siguiendo dirección Zermatt. Cogemos un desvío indicado y ascendemos por el valle. Más adelante una bifurcación hacia Saas Fee (izquierda). Continuamos hacia Zermatt pasando por Sant Niklaus, Randa, llegando finalmente a Täsch, punto donde debemos de dejar el vehículo.

DESCRIPCIÓN
Primer día de pateada. Tiempo muy bueno, incluso calor y la previsión es de estabilidad y bastante calor. El primer día nos lo vamos a tomar con calma, subiendo al refugio por una ruta en la que vamos a pasar por cinco lagos.
La subida al refugio se puede acortar bastante más, cogiendo el teleférico hasta Blauherd, tardando desde aquí unos 40 minutos.
Si nos queremos ahorrar todos los teleféricos se puede salir desde Zermatt andando, tardando unas 3 horas hasta el refugio.

Salimos de Täsch con el mochilón y cogemos el tren que nos lleva a Zermatt (son 7.60 francos suizos el viaje de ida).

Legamos a Zermatt y en lugar de ir por la calle principal, seguimos de frente de la estación por una calle que nos lleva hasta el río. Lo cruzamos y vamos a la estación del teleférico.
El billete hasta Sunegaa son 15 francos suizos sólo la ida.

Salimos de la estación a unos 2288 metros de altitud y nos lo tomamos con calma porque delante nuestro tenemos un verdadero espectáculo: la primera vista siempre se va al mismo punto. Un sorprendente Cervino, sin ninguna nube, desafiante y tentador, pura estética. Seguimos a su izquierda con el Breithorn, y la zona del Monte Rosa, y a nuestra derecha la zona del Ober Gabelhorn, Zinalrothorn, Weishorn. Vamos un deleite para la vista.

Nos acercamos hasta un poste indicador de las posibles rutas a seguir. Como siempre muy bien indicado. Cogemos el camino que desciende un poco dejando a nuestra espalda la boca de salida de la estación. Giramos un poco a la izquierda y enseguida llegamos al primero de los lagos: el de Leisee, en el cual hay un pequeño parque.
Estamos a 2232 metros de altitud.

Rodeamos el lago dejándolo a la derecha. Cuando llegamos al otro extremo, cruce de camino bien señalizado. Cogemos el camino de la izquierda que en camino descendente se dirige hacia otro lago (este represado), que se sitúa en la ladera derecha del valle hacia el cual vamos bajando. El sendero está bien marcado, estrecho y en sentido descendente, trazado en el pastizal.
Pasados unos 25 minutos desde que iniciamos la marcha llegamos a este segundo lago, el de Moosjisee. Estamos a 2140 metros de altitud.

Alcanzamos el lago llegando a una pista más ancha.
Giramos a la izquierda y vamos rodeando el lago llaneando.
Llegamos a un cruce. Nosotros cogemos el camino de la derecha. El camino se eleva un poco y gira a la derecha pasando una torrentera por un puente. Pasamos a la otra ladera y el camino se empieza a elevar con pendiente realizado algunas zetas.

Superada esta pendiente salimos a una nueva pista. Giramos a la derecha y proseguimos por esta pista con pendiente mucho más suave. En todo el día no nos hemos encontrado con nadie, pero justo ahora nos topamos con unos obreros suizos que nos miran como extrañados de ver gente. Nosotros continuamos nuestro camino. La pista gira a la izquierda y llegamos a una especie de restaurante de montaña (algo así como Barghusgrunsee), que me imagino que estará en pleno apogeo en invierno, ya que parte de la pista por al que venimos ahora son pistas de esquí. Han transcurrido aproximadamente 1 hora y 10 minutos desde la salida.

Continuamos por el marcado sendero que pronto llega a un nuevo cruce de pistas. Si queremos ver el siguiente lago debemos de seguir de frente, aunque pone que es un espacio protegido (manda huevos, en medio del destrozo de las pistas de esquí un espacio protegido). Continuando de frente en poco tiempo llegamos al nuevo lago, el de Grindjesee, a 2334 metros de altitud.

Volvemos nuestros pasos hasta el cruce y cogemos el ramal de la izquierda. Vamos ascendiendo ahora por una amplia pista. Ignoramos un nuevo sendero a la izquierda siguiendo por la pista principal, que más arriba llanea hasta llegar a un llano, donde giramos a la izquierda pasamos un torrente por un puente. Poco más adelante volvemos as girar a la derecha ay ganar altura, por la morrena del glaciar.
Más o menos por la mitad de la pendiente nos desviamos por un sendero a la izquierda para llegar a uno pequeños y preciosos lagos.

Los rodeamos dejándolos a la derecha y ganamos de nuevo altura, para salir más arriba a la pista.

Continuando por esta nueva pista llegamos finalmente al último de los lagos, el más turístico ya que está tan sólo a 15 minutos de la estación del teleférico. Incluso hasta hay banquitos. La verdad es que merece la pena sólo por las bonitas vistas que tenemos tanto del Cervino como de la zona del Monte Rosa. Se trata del lago de Stellisee, que se sitúa a 2537 metros de altitud.

Tan sólo nos quedan unos 15 minutos desde aquí hasta el refugio de Flue. Para ello rodeamos el lago dejándolo a la derecha. Alcanzamos el otro extremo del lago y seguimos por un sendero. Salimos a una pista que pronto abandonamos por un nuevo sendero señalizado que sale a la izquierda. Siguiendo este sendero llegamos finalmente al refugio.

Se trata de un refugio privado. El precio de la media pensión es de 73 francos suizos. A nosotros nos trataron de lujo. Habitación para nosotros solos, bien de cenar y de desayunar, gente muy amable. El problema que tiene es que los fines de semana suele haber bastante barullo, ya que organizan fiestas, bodas y conciertos. De hecho de toda la gente que estábamos en el refugio, tan sólo salimos a la mañana para subir al monte 5 personas.

Cena a las 7 de la tarde, y pronto a la cama, ya que como el día siguiente es largo y anuncian calor, mejor madrugar.

DIA 2

DATOS

Nota: estos datos son orientativos, son los que nosotros hicimos, no debes de tomarlos al pie de la letra, consulta antes otras referencias.

Desnivel acumulado de subida: 1600 metros.

Tiempo total ascensión: 5 horas 30 minutos.

Tiempo de bajada (hasta Sunegaa): 5 horas.

Punto de partida: Refugio de Fluehalp.

Dificultad (UIAA): PD+, pasos de III-. Pendientes de hasta 50º

Cartografía: Zermatt/Gornergrat nº2515, Escala 1:25000

DESCRIPCIÓN

Madrugón, y de los buenos. Nos levantamos a las 2 de la mañana. El día anterior habíamos acordado el desayuno con los del refugio y muy amablemente nos lo prepararon todo, incluso nos enseñaron el funcionamiento de la máquina de café, para tomar café recién hecho. Nunca había desayunado en la cocina de un refugio, pero todos los que íbamos a salir así lo hicimos.

Tras el desayuno salimos a la calle. La sensación es de nada de frío. Son las 2,30 de la mañana, no hay luna con lo que se ven n montón de estrellas.
Cogemos lo justo y necesario y nos ponemos en marcha. Salimos del refugio con dirección este, dejándolo a nuestra espalda. Vamos paralelos a la lengua del glaciar de Findelgletscher, que la dejamos a nuestra derecha.

Al principio vamos por un cómodo sendero, perfectamente trazado en la hierba. Pasamos por un poste indicador, continuando de frente. Al poco pasamos por un llano en el que hay unas vías de escalada a nuestra izquierda (esto lo vimos al bajar).

Continuamos en la misma dirección. Pasamos por dos pequeños lagos, que los dejamos a nuestra derecha. Poco más adelante un desvío. Cogemos el sendero de la izquierda que poco a poco va torciendo un poco a la izquierda. Vamos a la vez que torcemos ganando altura, de manera bastante progresiva.

El sendero es bastante visible con la luz de la frontal, con lo que podemos todavía avanzar lo suficientemente rápido. Seguimos por este sendero hasta que llegamos a una zona bastante conflictiva. Es recomendable reconocer el día anterior esta zona, ya que es fácil perderse. Se trata de una zona de bloques de piedra, en la que hay algunos hitos y marcas de pintura roja (las vimos al bajar).

Tenemos que avanzar en diagonal hacia la izquierda por este caos de bloques, dirigiéndonos hacia un collado, el de Pfulwe. El collado al principio no es muy evidente, pero la tónica es progresar en diagonal ascendente. Finalmente salimos de los bloques y retomamos el camino que nos conduce al collado entre el Spitxi Flue ( a nuestra izquierda) y el Pico Pfulwe. Desde este collado se podría bajar al refugio de Täsch, por un sendero balizado.

La ruta a seguir es bordear el pico que tenemos a nuestra derecha por la otra vertiente, no por la que venimos y entrar en el glaciar. Nos habían comentado que el glaciar estaba un poco delicado y que era mejor subir el pico y luego bajar y coger el glaciar.

Tras la duda, decidimos hacer caso y subimos hacia el pico. Así que del collado giramos a la derecha y empezamos a subir por una pendiente rocosa. Vemos algunos hitos, pero la constante en subir manteniendo la misma dirección. Finalmente llegamos hasta la cima de este pico de 3314 metros de altitud. Todavía no ha amanecido y se empieza a notar un poco de fresco.

Una vez alcanzado este punto debemos de bajar al glaciar. Para ello bajamos primero un poco a la izquierda, para rápidamente girar a al derecha. Buscamos unas cuerdas fijas. La bajada es espectacular y vertiginosa, con una sensación de vacío negro bajo nuestros pies. Finalmente divisamos la primera de las cuerdas. Se trata de una sección un poco delicada, con lo que nos concentramos. Superamos un primer tramo, para coger una nueva cuerda fija. Poco a poco vamos torciendo a la derecha. Superamos este tramo y nos encontramos con la última de las cuerdas fijas, quizás la más vertiginosa, ya que hace una travesía descendente en una placa con un inmenso vacío a nuestros pies.

Pasados los momentos de tensión llegamos finalmente al glaciar. Escasea la nieve así que no nos ponemos los crampones. Progresamos por el glaciar, más bien buscando las rocas que afloran. La progresión es bastante horizontal, sin apenas desnivel , manteniendo la dirección. Poco a poco va amaneciendo. Espectáculo en el Dufourspitze, con unas tonalidades fabulosas.

Continuamos por el glaciar hasta llegar a una sección de roca a nuestra izquierda que debemos de superar. Poco a poco nos acercamos a la base. Nos metemos en ella siguiendo hitos. La pendiente se va agudizando En un principio seguimos un trazo entre las piedras, pero poco a poco aparecen los bloques de piedra, con lo que seguimos los hitos. A medida que avanzamos aparecen algunas dificultades, con pasos de I/II. Avanzamos siempre por la misma vertiente que es por la que hemos venido, yendo próximos al filo del espolón pero sin coger el cresterío. Cuando hemos alcanzado bastante altura pasamos al otro lado para alcanzar el glaciar de Langflue.
Nos ponemos los crampones, pero no nos encordamos, ya que es un amplio glaciar sin grietas, aunque con alguna sección con bastante hielo.
Mantenemos la misma dirección para ir acercándonos hacia la base de la montaña. Superamos alguna que otra pendiente pero en general nos tiene mucha elevación. Ya ha amanecido pero a nosotros no nos va a dar el sol hasta que alcancemos la cima, con lo que el frío se va notando.

Finalmente llegamos hasta la base del corredor, en el collado de Rimpfisch. Hemos tardado casi 4 horas y 30 minutos en llegar hasta este punto, quejes un punto común a las rutas que vienen desde Täschütte o desde Britannia.

Enfrente de nosotros tenemos un corredor encajado entre dos crestas rocosas con una pendiente de hasta 50º. Nos encordamos y nos dirigimos hacia la base del corredor. Vamos más pegados al espolón rocoso de nuestra izquierda. Avanzamos por huellas marcada. A medida que ganamos altura la pendiente se intensifica y el corredor se estrecha, y la nieve se vuelve más dura, con lo que andamos con cuidado.

Aunque lo lógico parece continuar por el corredor, a la mitad del corredor aproximadamente, teniendo como referencia unas bagas para rapelar, debemos de abandonar el corredor saliendo por la izquierda. Salimos a la roca sin quitarnos los crampones, pasando por unas repisas delicadas. Hacemos una travesía por esta vira para girar a la derecha buscando una brecha que queda sobre nuestras cabezas, accediendo a ella por una chimenea. El tramo es delicado con algún pasaje de hielo. Buscamos de nuevo ir por el lado izquierdo, para alcanzar la brecha. Tras alguna trepada alcanzamos el filo de la arista lateral que nos lleva hacia el oeste. Nos quitamos los crampones y los dejamos en una esquina.
La roca es de calidad. Progresamos en ensamble con numerosos pasos de trepada, sobre una roca bastante segura.
Avanzamos hasta llegar al paso más difícil. Justo antes del paso nos topamos con la otra cordada que ya baja. Les dejamos pasar y enfilamos hacia el paso. Es una placa aérea de unos 20 metros, con pasos de III. La atacamos por la derecha. En un punto intermedio hay un seguro y arriba hay otro. Superado este tramo continuamos por la arista con más pasos de trepada, pero ya más sencillos. El ambiente es increíble, una gozada.

Superada ya la arista, debemos de girar a la izquierda para alcanzar la cumbre. Proseguimos por le estrecho filo, con un patio a la derecha considerable, y para la izquierda más de lo mismo. Llegamos a la antecima. El tramo que nos queda ahora es delicado. Vamos por una estrecha arista de nieve-hielo. Superado este paso nos quedan escasos metros para alcanzar la cumbre. Cruz y vistas increíbles. Estamos un buen rato disfrutando de la cumbre en soledad.

Bajamos por el mismo camino. En el primer tramo hay que extremar las precauciones. Para bajar la placa hacemos un par de rápeles. N Os encontramos con un par de cordadas que suben y otra más en el corredor. Desde aquí, larga, muy larga la bajada hasta Zermatt, aumentada por un calor bastante fuerte para estas latitudes.