Pelarda  (1512 metros)
CORDAL DE LA PELARDA

SITUACIÓN:
* Unidad: Sierra del Cucalón.
* Población más cercana: Fonfría (Teruel).
* Cartografía:
- IGN. Serie MTN50, hoja 466 (27-18) "MOYUELA"
- IGN. Serie MTN50, hoja 492 (27-19) "SEGURA DE BAÑOS"

¿DÓNDE ESTAMOS?: En el norte de la provincia de Teruel, hay varias sierras alargadas de este a oeste, con alturas modestas. La del Cucalón es una de ellas, dividida en dos cordales que abrazan las cabeceras del Huerva y el Aguasvivas. Si bien su cumbre más popular es la Modorra, en el cordal norte, es en la alineación sur donde la Pelarda alcanza la máxima altitud de esta sierra con 1.512 metros. Quizás la gran monotonía de esta loma, recorrida además por multitud de pistas, le hacen menos atractiva que a su segundón. Sin embargo, se trata de una sierra panorámica, poblada en su parte superior por un pinar bien desarrollado y (¡qué diantre!) es lo más alto del contorno.

ACCESO: Fonfría se encuentra a unos 300 km. de Madrid, por Calatayud (70 km.) y Daroca (40 km.). El puerto de donde parte la ruta se encuentra a unos 3,5 km. del pueblo. No hay mucho sitio para aparcar en el propio collado pero del mismo parten pistas que remontan el cordal a ambos lados, con espacio suficiente en los márgenes. Daroca (Zaragoza) es la población más próxima donde encontrar servicios más allá de algún bar.

ITINERARIO: Puerto de Fonfría - Pelarda - El Marujal - Puerto de Fonfría - La Retuerta - Puerto de Fonfría.

FICHA TÉCNICA:
* Desnivel: Unos 270 metros en varias subidas cortas (ninguna llega a 50).
* Tiempo: Unas 1h45, ida y vuelta, sin contar paradas.
* Dificultad: Ninguna. Itinerario por pista.

COMENTARIOS: Paseo corto y sin complicaciones. La pista por la que transcurre es perfectamente transitable en turismo, por lo que el recorrido podría motorizarse pero, con buen tiempo, es mejor pasearlo. Lástima que los pinos sólo dejen disfrutar de las perspectivas de vez en cuando; bueno, siempre están los vértices.
Subí a la retuerta pensando en tener una buena "foto" del resto de la loma pero este vértice, metido entre pinos, carece de buenas vistas en ninguna dirección (de hecho, creo que es bastante inútil). Así que puede ahorrarse si se quiere esta subida, con lo que la cosa se reduce en media hora y unos 20 metros de desnivel. Si se desea subir sólo a la cumbre, ir y volver del puerto puede llevar una media hora.

DETALLES: Salí del Puerto de Fonfría hacia el noroeste, remontando una pista ancha y de piso perfecto, que sube suavemente hacia una visible torre de vigilancia. La pista va por medio de un cortafuegos que se abre paso, por todo lo alto de la loma, a través de un pinar que, por lo visto, procede de una repoblación... pero que hay que fijarse mucho para notarlo, de bien desarrollado que está. Fui así, avanzando por un pasillo de pasto amarillo entre los árboles, cortado a su vez por la banda de tierra roja del carril. Tras este alto donde está la torre (protegida por valla con alambrada... ¡qué pena!), una corta bajada y una nueva subida, que tampoco es ni fuerte ni prolongada, me llevaron a la Pelarda, vértice y máxima altura de este cordal y de la Sierra de Cucalón. Trepé al vértice, sobre pedestal de un par de metros para tener visión sobre los pinos, por las típicas barras de hierro y echar así un vistazo al contorno; por desgracia, la calima velaba casi todo menos parte del otro cordal de la Sierra de Cucalón y aquel en que me encontraba, que era una isla de cielo despejado en medio de una comarca sumergida en una bruma que no acababa de diluirse. Menos mal que, al menos, el tiempo aquí era ideal: tibio sol mañanero y una suave brisa que aligeraba el espíritu.
Continué al noreste, alternando subidas y bajadas breves y tendidas, con el propósito de llegar al siguiente vértice, el Marujal, que debía tener vistas más amplias al este. De paso, también hacía tiempo a ver si se aclaraba el panorama. En el trayecto, dejé atrás un par de cotas secundarias y algunos desvíos que bajan por una u otra vertiente; mi camino no tenía pérdida: por todo lo alto. Pero al llegar al marujal, la tónica era parecida. Si bien el paseo fue agradable, me hubiera gustado poder contemplar el resto de sierras del entorno (Lidón, Santa Cruz, Vicort, etc.). Pero qué le vamos a hacer.
Emprendí el regreso, que incluye la cuesta más dura del recorrido: la subida por este lado al Cerro del Ortigal son más de 40 metros... ¡uf! También volví a subir al vértice Pelarda para la panorámica, esperando que la niebla hubiera levantado algo... y lo había hecho... pero poco.
Al llegar al puerto, crucé la carretera y subí al otro lado por una pista entre pinos, parecida a la que me llevó a la Pelarda y el Marujal, hasta el vértice de la Retuerta. Desilusión: inexplicablemente, el hito está en una especie de rincón entre pinos y no tiene visibilidad. Vaya. Total, que volví al puerto y di por finalizado el recorrido.