Montón de Trigo  (2154 metros)
ASCENSIÓNAL MONTÓN DE TRIGO POR LA FUENFRÍA.

SITUACIÓN:
* Unidad: Sierra de Quintanar.
* Población más cercana: Cercedilla (Madrid).
* Cartografía: Ed. Alpina, hoja digital "Guadarrama".

¿DÓNDE ESTAMOS?: El Montón de Trigo es un pico cónico, de ahí su nombre, que se eleva entre el Puerto de la Fuenfría y el cordal de la Mujer Muerta, en pleno nudo de crestas del Guadarrama. Su cumbre, gris y puntiaguda, formada por un amontonamiento de rocas, se eleva sobre los verdes pinares de Valsaín y el Espinar siendo un mirador privilegiado sobre toda la mitad occidental de la sierra, desde Peñalara y Cabezas de Hierro hasta el Abantos.

ACCESO: Cercedilla está a unos 60 km. de Madrid, yendo por Guadarrama o Colmenar Viejo. En ambos casos, hay que salir del pueblo por la carretera que remonta el Valle de la Fuenfría, bien indicada. A poco más de 2 km., hay una bifurcación junto a una caseta de información, donde hay que tomar la opción de la derecha (debe indicar a las Dehesas). Un kilómetro más arriba, un segundo cruce también a la derecha (como Caperucita). Otro kilómetro más y, tras pasar junto a un restaurante, el paso queda cerrado por una barrera y hay unas explanadas para aparcar. El Puente del Descalzo queda unos 200 metros al otro lado de la barrera. Habremos recorrido poco menos de 5 km. desde Cercedilla para llegar al punto de partida de la ruta.

ITINERARIO: Puente del Descalzo - Los Corralillos - Puerto de la Fuenfría - Arroyo del Minguete - collado 1.989 - Montón de Trigo - Collado de Tirobarra - faldeo al este (senda) - calzada romana - Puerto de la Fuenfría - Puente del Descalzo.

FICHA TÉCNICA:
* Desnivel: Unos 850 m. acumulados (750 + 100).
* Tiempo: Unas 4h00, en total, sin contar paradas.
* Dificultad: Ninguna. Algunos tramos sin camino, cortos y relativamente cómodos. Sólo en invierno, con el hielo escarchando las rocas, se pone bravo el acceso final a cumbre.

COMENTARIOS: Ascensión fácil, corta y rápida. La ruta más popular para subir al Montón de Trigo, dentro de que este pico no es un lugar de multitudes, excepto porque la mayoría de la gente prefiere pasar por la cumbre del Cerro Minguete en vez de acceder al collado 1.989 por su vaguada oriental, alternativa más lógica y directa. Hay muchas opciones para prolongar la ruta a la vuelta, alargando el rodeo por el norte, ya que la zona no tiene desperdicio.

DETALLES: Salí del aparcamiento de las Berceas por una pista cerrada con barrera que se dirige al norte entre los pinos. Tras cruzar el Río de la Fuenfría por el Puente del Descalzo, pasé una talanquera por un portillo a la derecha y empecé a subir por las losas desiguales y muy estropeadas de la calzada romana. La subida es bastante cómoda hasta salir a la pradera de los Corralillos, donde se asienta el Chalet de Peñalara y desaparece momentáneamente la calzada bajo la Carretera de la República. Dirigiéndome al oeste entre los árboles y cruzando la citada pista, di con ella de nuevo enseguida y proseguí el ascenso, ahora por un piso mucho más roto, utilizando más bien unas trazas muy marcadas que, en paralelo, van a la derecha del camino. Pasado otro puente y una cerrada curva a la izquierda, cuando la calzada enfila la recta final y más empinada hacia el puerto, hay otra vez pasos más cómodos fuera del trazado, esta vez bajo los pinos de la izquierda. Llegué así al Puerto de la Fuenfría, donde queda atrás el arbolado.
Desde el mismo puerto, lugar abierto y encrucijada de caminos, con amplias vistas al sur y al noreste, proseguí por la carretera de la república al noroeste, comenzando a bajar por la vertiente segoviana. La divisoria está señalada por unas grandes piedras que forman barrera. Apenas 200 metros más allá, donde la pista cruza el Arroyo del Minguete, abandoné la misma para remontar el citado barranco por su fondo, buscando el paso más cómodo entre el matorral. En ascensiones posteriores, he visto cómo se ha ido formando una senda que va siguiendo este curso alto del Minguete por su orilla derecha. Antes era más cómodo evitar el barranco y subir por el Cerro Minguete pese al desnivel adicional. Pero esta vez, en 1994, todavía se llegaba así al collado de cota 1.989: peleando con el matorral y los cantos rodados por el fondo del barranco.
En la horcada, aparecen los hitos que marcan la nítida senda que se dirige hacia Tirobarra rodeando el Montón de Trigo por la ladera occidental. Apenas había empezado a rodear el pico, sale un ramal ascendente a la derecha (N); por él ascendí, dando lazadas, hasta la misma cumbre. Sólo el tramo final, que supone ir dando pasos largos de roca en roca puede suponer, en invierno y con hielo, algún problema. El Montón de Trigo tiene buenas vistas en cualquier dirección. Especialmente atractiva resulta la perspectiva al este, con las crestas sucesivas marcadas por el sol todavía bajo. Tras el descanso acostumbrado en cumbre, empecé a bajar hacia el Collado de Tirobarra, siguiendo la divisoria al noroeste por pradera y algún pequeño canchal, bastante pisado, donde los hitos marcan el paso más firme.
Una vez en el collado, se ve a la derecha (E) la traza clarísima de una antigua trinchera que recorre horizontal la ladera septentrional del Montón de Trigo. La seguí, caminando bastante cómodamente. A la altura de la arista nororiental de la montaña, aparece un pinar poco desarrollado pero espeso, al mismo tiempo que desaparece la trinchera. Cambié aquí de dirección, girando un poco a la izquierda para bajar por lo alto de la loma, entre los pinos. De esta forma, llegué a la calzada romana, muy cerca de las ruinas del llamado Convento de Casarás, que se ve poco más allá, al otro lado de un claro. En realidad, esto era un pabellón de caza real de los últimos Austrias... y evidentemente, la truculenta leyenda de monjes malditos y espectro de moza serrana es todavía más falsa que su condición de convento? ¡ya podemos vivaquear tranquilos por aquí!
Siguiendo la calzada a la derecha (SO), fui subiendo suavemente, paralelo a la Carretera de la República. Prefiero la calzada a la carretera en este tramo: es menos transitada, casi igual de cómoda, pues el piso es aquí de tierra, y carece de ciclistas bajando a tumba abierta. Siguiendo en subida suave y constante, volví a salir a la carretera cerca ya del Puerto de la Fuenfría. A partir del mismo, deshice al itinerario de subida para regresar a las Berceas.