Espiguete  (2450 metros)
Laura Gil Fernández
Carlos Sabando Grasa


Nuestra primera incursión en la montaña palentina. Empezamos por este precioso pico calizo que se observa imponente desde muchos kilómetros de distancia dada su gran prominencia. Después de mucho documentarme elijo la ruta circular que se plantea en el libro "Las mejores excursiones por la montaña palentina: 30 itinerarios".



Por segundo año dedicamos la segunda semana de las vacaciones de San Fermín entre otras cosas a conocer un nuevo macizo. En este caso optamos por el de Fuentes Carrionas en la montaña palentina, englobada en la Cordillera Cantábrica. El lunes 12 de julio viajamos hasta el acogedor Centro de Turismo Rural Piedra Abierta en el pequeño pueblo de San Martín de Perapertú en que nos alojamos, absolutamente recomendable, donde nos han tratado de lujo y nos han preparado unas cenas y desayunos increíbles.

Acostumbrados al estado de las carreteras hacia el Pirineo de Huesca lo primero que nos sorprende son las fenomenales comunicaciones de la zona: autovía hasta Aguilar de Campoo y luego buenas carreteras en general, fundamental la de Aguilar a Cervera de Pisuerga y la preciosa ruta de los Embalses que nos llevará a los puntos de partida de las ascensiones.

El miércoles 14 de julio madrugamos convenientemente y tras desayunar a las 6:30 en la propia casa, donde nos lo han dejado todo preparado, nos desplazamos hasta Cervera para allí tomar la Carretera de los Embalses que recorreremos durante más de media hora hasta el desvío hacia Cardaño de Arriba. No llegaremos hasta el pueblo, ya que en poco más de 2 kilómetros alcanzamos el bien señalizado aparcamiento de Pino Llano a nuestra izquierda.

Aquí preparamos las mochilas y charlamos con el único grupo que encontraremos en todo el día y que también se dirigen al refugio libre de la vertiente Norte del Espigüete. A pesar de las dudas por la predicción el cielo está completamente despejado.

Antes de las nueve menos cuarto empezamos a andar por la pista forestal que discurre paralela al arroyo Mazobre. Aquí calentamos un poco y llegamos al desvío señalizado a nuestra izquierda hacia el refugio, a donde llegamos en poco más de media hora. Fenomenal refugio libre con dos alturas donde charlamos un buen rato con el grupo con el que coincidimos en el aparcamiento.

Desde este punto la canal por la que tenemos que ascender hasta plantarnos en la arista Este del Espigüete tiene poca pérdida pues discurre en frente del refugio. En principio no vemos camino así que nos dirigimos a la canal en línea recta, luego veremos que el camino discurre más suavemente por la izquierda.

Por terreno herboso con bastante pendiente alcanzamos la entrada del encajonamiento de la canal, por donde el terreno parece muy descompuesto, pero de repente aparece el camino muy bien trazado en la margen izquierda que nos permitirá ganar rápidamente mucho desnivel además a la sombra.

Tras un buen rato el encajonamiento se estrangula y salimos del mismo hacia la derecha, de nuevo a terreno herboso. En este punto perdemos las trazas de camino, así que subimos a ojo pero sin pérdida pues el objetivo es salir a la arista. Este tramo tiene bastante pendiente y se hace algo incómodo, pero no es demasiado largo, y así acabamos por plantarnos en la arista cuando son las diez y media. En este punto lógicamente damos vista a la vertiente Sur y con el cielo sin una sola nube las vistas son espectaculares.

Aquí encontramos el camino marcado en la arista que procede directamente del aparcamiento de Pino Llano, ya sin pérdida posible hasta la lejana cumbre. Empezamos por un primer tramo todavía herboso y después ya salimos a la caliza que nos acompañará en toda la ascensión, allí recogemos los bastones y empezamos a usar las manos esporádicamente y sin complejidad.

Vamos pasando sucesivas cotas en la arista divisando siempre la antecima del Espigüete al fondo, ya que la cima no es visible hasta casi alcanzar la anterior.

Pasamos un par de brechas con destrepes fáciles y llegamos a la parte más aérea de la arista, sin serlo para nada demasiado. Tras esta sección la pendiente aumenta en un tramo donde usamos las manos en las placas de caliza y después continuamos ganando altura ya por mejor camino que nos conducirá a la última cota previa a la antecima.

Desde aquí ya vemos la verdadera cima al fondo y ya cercana la antecima, que alcanzamos en breve.

Desde esta atalaya ya vemos el camino por la pedrera al Sur por el que discurre la vía normal. Todavía nos restan más de veinte minutos hasta el punto culminante con algún paso mínimamente aéreo.

Llegamos a la cumbre a la una de la tarde con algo de viento pero cielo despejado, así que disfrutamos de las vistas: Picos de Europa, Peña Prieta, el impresionante Curavacas,?Seguimos sin divisar a nadie desde el paso por el refugio.

Las fotos de rigor y descendemos hasta el collado por donde baja la vía normal Sur para bajar unos metros en la vertiente Norte donde protegernos del viento para comer.

Tras la parada iniciamos el descenso por la pedrera, en mi opinión bastante infumable, sobre todo en su parte superior ya que la erosión ya deja muchos tramos al aire la tierra y sin la cubierta de piedras es difícil no resbalar con tanta pendiente. Más abajo la piedra fina alivia el descenso pues nos hundimos profundamente en el canchal.

Vamos perdiendo altura pero el descenso se hace más largo de lo que parece desde arriba. Todavía aparece una especie de barrera rocosa que corta la progresión por el canchal y continúa de nuevo más abajo. Por fin el camino se marca hacia nuestra izquierda por roca firme y tras hora y media de descenso llegamos a terreno herboso antes de alcanzar la pista que nos conducirá a Cardaño de Abajo.

Pese a que lo buscamos no encontramos el camino que debe llevar luego más directo al pueblo, así que recorremos toda la pista y llegamos a Cardaño pasadas las cuatro y cuarto. Aquí coincidimos de nuevo con el grupo del refugio y tras beber agua en la fuente de la plaza del pueblo emprendemos el tramo de la carretera de los Embalses hasta el desvío a Cardaño de Arriba, algo menos de dos kilómetros.

En este punto en lugar de tomar la carretera cruzamos el puente Agudín y realizamos el recorrido por una pista que discurre paralela a la carretera en la vertiente contraria del arroyo de Las Lomas. Tras poco más de dos kilómetros divisamos ya el aparcamiento de Pino Llano y la impaciencia nos hace cruzar el río como podemos, luego comprobaremos que más arriba hay un puente.

Así llegamos hasta el coche tras esta magnífica circular, fundamentalmente en su vía de ascenso.


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